En los últimos cinco años, la producción de café en Venezuela ha tenido un crecimiento representativo, siendo así, una nueva generación de caficultores quienes han apostado por llevar de nuevo el café venezolano a la gran industria exportadora internacional. Afirma Un Cafecito que “Venezuela exportó 479.000 sacos de granos en 1993” cuando se encontraba en sus mejores años de producción, pero que, poco a poco, el petróleo se convirtió en el único sustento económico del país para esa década.
Con los cambios económicos y sociales post-pandemia, esta nueva ola de caficultores, baristas, tostadores y comerciantes del rubro, han llevado al país no solo a consumir un mejor café, sino también a aprender un poco más sobre la procedencia y la conservación del proceso del café venezolano, cuidando así, la cadena de valor de este producto, que fue, es y seguirá siendo parte de nuestra identidad como venezolanos.