El café es una bebida de preparación rápida pero exigente en los detalles, y esto va mucho más allá del Arte Latte de los maestros baristas. El tamaño de la taza de café es uno de esos puntos en los cuales se debe poner atención, pues aunque no lo parezca, para cada tipo de café hay una taza adecuada.

En tu cafetería de confianza seguramente habrás notado que un café espresso no se sirve en la misma taza (en cuanto a tamaño) que un capucchino o un latte.  La razón de esto reside en dos factores principales: concentración de los componentes y la apreciación del sabor.

Y es que según los componentes el tamaño de la taza de café puede aumentar o disminuir. Para un café espresso por ejemplo, en el se requiere de una mayor concentración del sabor para la correcta apreciación de las texturas suele servirse en tazas de 60 a 80 ml.

Para un capuchino o café latte el tamaño de la taza de café puede estar a partir de los 150 ml. Esto se debe a que hay más elementos que componen la preparación de esta taza de café (espresso, espuma de leche y vapor), por lo tanto, se requiere de mayor espació en el recipiente para el correcto equilibrio de los componentes.

Cada restaurante o cafetería tiene sus preferencias al momento de servir el café, pero la norma siempre será la misma: a mayor cantidad de componentes, mayor tamaño de la taza de café.