Por tradición los venezolanos solemos comprar el café molido de la marca de nuestra preferencia, pero, te has preguntado ¿cómo sería la experiencia de moler tu propio café?

Aunque parezca un proceso más largo y engorroso, moler tu propio café puede permitirte disfrutar de las bondades del café de una nueva forma.  

Moler tu propio café comienza por ofrecer una taza de infusión mucho más fresca y nutrida en sabor. Llevando a cabo el proceso de molienda se obtiene un sabor más intenso y puede degustarse mejor la calidad del grano. 

Por su frescura, disfrutar de un café recién molido ofrece mayores niveles de cafeína, potasio, fósforo, vitaminas B2 y B5, magnesio y antioxidantes. 

Otra de las ventajas de moler tu propio café es que al comprar la presentación en granos este conserva sus propiedades por mayor tiempo. Mantiéndolo en un envase de vidrio con cierre al vacío será suficiente para mantenerlo fresco durante 2 o 3 semanas. 

Su preservación al vacío lo protege del oxígeno y retrasa los procesos de oxidación. Recuerda que la humedad y el calor excesivo son perjudiciales para el café en granos. También es importante moler solo la cantidad que vas a preparar al momento, debido a que luego de haber molido los granos el café se conserva fresco por muy poco tiempo.