Saber cómo conservar el café correctamente garantiza que podamos vivir una experiencia realmente placentera al tomarlo. La forma en que almacenas el café influye directamente en su sabor y propiedades, por ello aquí te indicamos como conservar correctamente el café en grano tostado y molido.

Lo primero que debes saber es que para conservar el café correctamente en cualquiera de sus presentaciones (tostado o molido) es importante mantenerlo alejado de la humedad. Debes almacenar el café en lugares frescos, bien cerrados lejos de la humedad y el calor excesivo.

Conservar el café en lugares como la nevera puede ocasionar que la humedad excesiva deteriore sus propiedades. Además, puede influir directamente en su sabor, puesto que el grano o café molido puede apropiarse de aromas de otros alimentos dentro de la nevera.

 

¿Cómo conservar los granos de café tostado?

 

Para los verdaderos amantes del café el grano tostado es invaluable, por ello, saber como almacenarlos es lo más importante. No requiere de cuidados especiales, pero sí de los recipientes y condiciones correctas.

Por lo general con un envase de vidrio con cerrado hermético es suficiente para mantener nuestros granos de café tostado bien conservados y frescos. Recuerda que para preservar su aroma y disfrutar mejor de sus propiedades es mejor consumir el grano de café en las primeras 2 o 3 semanas después de tostado.

También es importante que luego de moler el café tostado lo consumas en corto tiempo, pues luego de realizar este proceso el café suele perder su frescura rápidamente.

 

Mantén el café molido lejos de la humedad

El café molido pierde su frescura con mayor rapidez respecto al café tostado en granos, por ello, es ideal que su conservación y tiempo de consumo sean los adecuados.

Para su conservación también se puede usar un envase de vidrio con cierre hermético o utilizar la misma bolsa dispuesta por la marca en caso de comprarlo molido. En cualquiera de los dos casos lograremos extender un poco la frescura del café después de abierto el producto.

El café molido puede extender su vida útil durante un máximo de tres meses bien conservado, lejos de la humedad y el calor excesivo. No obstante, el café puede llegar a perder su frescura, sabor y tener un toque más amargo del normal si se tarda mucho tiempo en consumirse.

Aunque apliquemos los métodos adecuados para conservar el café correctamente, para disfrutar de su sabor es mejor consumirlo lo más fresco posible.