Contrario a lo que se pudiera pensar, hay personas que buscan consumir el café sin cafeína, es decir, descafeinado. Quienes consumen el café de esta forma buscan disfrutar del mismo y evadir los efectos que genera la cafeína en el sistema nervioso y cardíaco, tales como el insomnio y el incremento en la frecuencia cardíaca.

No obstante, el café descafeinado no tiene una ausencia total de cafeína, con el proceso de descafeinización se alcanza entre un 96 y 97% de eliminación química o natural de esta sustancia. Logrando de esta forma un menor efecto de la cafeína y conservando el sabor y la experiencia que produce tomar café.

Hay muchos mitos que giran en torno al café descafeinado, generalmente asociados a efectos nocivos en la salud. Pero se ha demostrado que las afecciones de salud presentadas son las mismas que se generarían con el café en su presentación normal. Por lo que el proceso de descafeinado no puede asociarse de forma directa al desarrollo de patologías por su ingesta.

El café descafeinado tiene un sector específico y a diferencias de otras presentaciones del café, su uso representa más una preferencia médica que comercial.