En esta oportunidad, Nadia Bachur ofreció cuál es su percepción acerca del latte art al momento de presentar una taza de café al consumidor. Nadia es Barista Profesional, con amplia experiencia en Venezuela y Panamá. Participó como jurado en el último Campeonato Nacional de Baristas y es además instructora en cursos de baristas. 

El Latte Art es la técnica de crear diseños sobre la superficie de un café con leche, utilizando la espuma de la leche como lienzo. Es una forma de arte que combina la precisión, la creatividad y la pasión por el café.

¿En qué medida el latte art puede influir en la experiencia del cliente al momento de tomar un café?

Yo creo que influye bastante, porque la primera impresión, digamos, habla mucho de la taza. Si lo ponemos en porcentaje, se podría decir que un 80% de las personas mira primero el café, antes de tomarlo. Y si hay un latte art, vas a generar una emoción en el consumidor.

El otro 20% está hablando por teléfono, está ocupado, no prestó atención a lo que sucede al rededor, pero, la presentación sí genera un impacto en el consumidor. 

 ¿Cómo utiliza el barista la creatividad para crear una experiencia que el consumidor recuerde con ese café? 

Hay figuras que ya están diseñadas, hay incluso competencias de latte art donde te exigen que prepares el diseño que te salga, al azar. Hay otros que son inventados por el propio barista, pero mayormente son figuras que ya existen, por ejemplo tulipanes, corazones, cisnes, rosetas, etc. 

Pero el barista se puede salir de este molde, pero debe tener una gran creatividad para poder hacer con la jarra, dentro de la taza, un diseño diferente al que ya estamos acostumbrados.

Así que requiere una importante creatividad de parte del barista para que pueda sobresalir en este tema.

¿El latte art siempre debe ir acompañado también de una buena preparación de café?

Sí, yo como barista, porque estoy dentro de este mundo, para mí el latte art no es lo más importante de la taza. Para mí es más importante que el café tenga buena temperatura, buen balance, que esté bien servido y  preparado.

Antes a que tenga un buen diseño, porque me ha tocado como consumidora recibir unos diseños increíbles y cuando lo voy a tomar el café no está rico, no tiene buen sabor, está muy frío o muy caliente para mi gusto y la verdad es que eso es importante.

Para mí no es lo más importante de todo, así que pues, ese es como mi punto medio entre consumidora y barista.

¿Consideras que el latte art puede ser parte de la formación de un barista que apenas está empezando a dar sus primeros pasos con el café?

Bueno, muchas personas inician en este mundo precisamente para poder desarrollar habilidades con el latte art, sí, pero realmente para un barista en formación lo más importante es que aprenda a cómo preparar un buen café, que aprenda el tema de la calibración de las máquinas, de las bebidas lácteas, la molienda, entre otros. 

Yo, en mi caso, cuando doy cursos de barismo, no hablo ni siquiera del latte art, lo menciono, pero no lo tomo como punto de fortaleza, sino más bien de que tienen que aprender a preparar café, aprender a servir, el servido es muy importante. 

De hecho, en las competencias de barismo no te evalúan, digamos, el latte art que tú generas en la taza, sino la presentación que tiene, con que tú hagas un punto blanco donde se genere contraste entre café y leche, ya digamos, que tienes el punto ganado.

¿Y a nivel de sabor, pues también lo que te llevas a la boca tiene que corresponder con lo que se ve?

 Sí,  la parte sensorial tiene mucho más peso, porque cuando lo pruebas y el café está malo, el diseño no va a tapar el sabor, sin embargo, si nos vamos del caso contrario, si solo hay un punto blanco, pero yo me tomo el café y me gusta, se me va a olvidar que ese punto blanco está ahí, y me voy a quedar con que la taza de café está perfecta.